El estilo de vida postmoderno aumenta los trastornos psiquiátricos
El estilo de vida postmoderno aumenta los trastornos psiquiátricos
Los trastornos psiquiátricos por estrés y ansiedad tienen una prevalencia destacada en la sociedad actual en la que vivimos. Estamos inmersos en un ritmo frenético e informatizado que nos hace ser más vulnerables en lo que respecta a nuestra salud mental.
En los últimos 50 años ha aumentado el número de pacientes con una patología mental y en particular con determinadas enfermedades asociadas a la depresión y la angustia. En este sentido, los datos estiman que el 14% de la población tendrá trastornos de estrés y ansiedad y el 30% necesitará ayuda psicológica o psiquiátrica.
La tristeza, la depresión y el estrés son las enfermedades que más incapacidades y pérdidas de calidad de vida generan hoy en día. Los seres humanos postmodernos vivimos bien, pero padecemos depresiones o angustias. Estas depresiones y angustias han existido siempre, pero hoy son más frecuentes, sobre todo en las mujeres, niños, adolescentes y ancianos, es decir, la población más desfavorecida. Además, su detección y tratamiento han experimentado un incremento notorio.
El estrés o la ansiedad provocan hipertensión, cardiopatías, problemas digestivos, caída del cabello o trastornos menstruales. Otro dato reseñable es que las mujeres mayores de 65 años con estrés mantenido tienen más riesgo de morir de alguna cardiopatía.
La ansiedad y el estrés moderno están relacionados con el trabajo, siendo la mujer más vulnerable que el hombre a los trastornos emocionales. En cuanto a los niños y adolescentes, se han incrementado las consultas en psiquiatría por depresiones y trastornos de hiperactividad. También en los adolescentes aumentan los problemas de imagen corporal (anorexia y bulimia) y la tasa de suicidios.
En los ancianos, surgen los Síndromes de Diógenes o problemas derivados de la soledad. Otro de los problemas que más han incrementado en los últimos tiempos son las nuevas adicciones a los móviles, internet, televisión, trabajo, juego, sexo o consumo.
Las adicciones tecnológicas y el culto a la imagen son algunas cuestiones de especial incidencia en este siglo. Así, el estilo de vida postmoderno apresurado, informatizado, con un eclecticismo general de los valores morales y familiares, y dominado por el hiperconsumismo genera unas características peculiares en la convivencia que aumenta los trastornos psíquicos.
Mi propuesta es que los expertos en salud mental ayudemos al ser humano a que no esté tan condicionado por los factores que le rodean y se centre en sí mismo, en su persona, para que no vea alterada su salud mental.
Jesús de la Gándara
Jefe de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos
Fuente: salud-mental