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El riesgo de demencia antes y después de un ictus: elevado, aunque depende en gran medida de la gravedad del evento
Más del 30% de las personas que experimentaron un ictus grave desarrollaron demencia durante el primer año después de ocurrido el evento, según refleja un estudio realizado en la población británica.
Una investigación realizada en el condado inglés de Oxfordshire sigue confirmando el riesgo elevado de padecer demencia de las personas que experimentan ictus y ataques isquémicos transitorios (AIT) .
Los AIT son episodios de alteraciones neurológicas de corta duración debido a la afectación temporal del flujo sanguíneo en una parte del cerebro. Tienen un importante valor predictivo del riesgo de ictus, ya que muchas personas que experimentan un AIT posteriormente tienen un ictus.
El estudio, publicado en la revista The Lancet Neurology, nos muestra que la severidad del evento cerebrovascular no solo está relacionada con el riesgo de demencia después del evento, sino que también se asocia con el riesgo de desarrollar demencia antes de que ocurra el ictus.
LA PREVALENCIA DE DEMENCIA PREEVENTO: 4.9% EN AIT, 20.6% EN ICTUS GRAVE
Los investigadores analizaron el número de casos de demencia entre las personas afectadas por ictus o AIT entre los años 2002 y 2012 en la región inglesa de Oxfordshire.
Identificaron un total de 2305 casos que siguieron durante un periodo de 5 años.
Hallaron que las personas que experimentaron un ictus grave tenían más riesgo de demencia antes y después del evento. Los siguientes datos reflejan bien esta observación: 4.9% de las personas que experimentaron un AIT tenían demencia antes de que ocurriera el evento, sin embargo, esta cifra fue de 20.6% entre los afectados por un ictus grave.
La gravedad del ictus se valoró con una escala estandarizada muy usada por los profesionales, la NIHSS, que cuantifica los daños ocasionados por el ictus.
¿Están reflejando estos datos la importancia de los factores de riesgo vascular en el desarrollo de demencia? Seguramente sí, aunque este sea tema para otro artículo.
La demencia postevento, es decir, los casos de demencia detectados al año de ocurrido el ictus o un AIT, también refleja la importancia de la gravedad de la enfermedad cerebrovascular: 5.2% de los afectados por AIT desarrolló demencia después del evento, algo que también ocurrió en el 8.2% de los que experimentaron un ictus leve y en 34. 4% de los casos de ictus grave.
NO SOLO LA GRAVEDAD DEL EVENTO INFLUYE EN EL RIESGO DE DEMENCIA
Los investigadores observaron que muchas otras variables parecen influir en el riesgo de que una persona desarrolle o no demencia después de haber experimentado un ictus o un ataque isquémico transitorio.
Por ejemplo, la edad influye notablemente. En el grupo de los afectados por AIT menores de 65 años no se reportaron casos de demencia en los 5 años siguientes, sin embargo, en el mismo periodo el 80% de las personas con 75 años o más afectadas por ictus grave desarrolló demencia.
Otros factores que parecen influir en el riesgo de demencia a 5 años:
- Historial previo de ictus.
- Pocos años de escolaridad.
- Diabetes
- Estado cognitivo de base.
- Presencia de leucoaraiosis (hallazgo radiológico que refleja alteración de la sustancia blanca cerebral).
- Estado de dependencia ante de haber ocurrido el evento.
Los investigadores apuntan que:
El ictus grave aumenta la incidencia de demencia casi 50 veces a corto plazo, pero el riesgo de demencia es sustancialmente menor después de un ataque isquémico transitorio o de un ictus leve, particularmente en ausencia de otros factores de susceptibilidad”.